martes, 14 de agosto de 2007

LOS ESTOY VIENDO VENIR...


Esta es una de esas frases hechas, de toda la vida, que se usan en unas determinadas circunstancias y que nada tienen que ver con el hecho físico de ver algo o alguien acercándose. Viniendo
.
Esta frase hay que decirla siempre en tono astuto. A ser posible con gesto de picardía. Porque lo que quieres indicar es que te estás dando cuenta de las intenciones que traen los otros para contigo. Sospechas de sus aviesas intenciones. Recelas que te quieren llevar al huerto... (No creo que este" huerto" necesite aclaración). A esta frase siempre le acompaña una actitud de alerta y un ponerse a la defensiva.

Así explicado parece muy complicado, pero si volvéis a leer el párrafo entero, veréis que llevo razón. Una segunda lectura lo aclara todo. (Perdón por las molestias).

Se han propuesto llevarnos al buen camino. Intentan salvarnos de nuestros malos y perjudiciales vicios. Hacer de nosotros una nación, o lo que vayamos a ser, civilizada, sana y libre. (Libre de malos hábitos A esa clase de libertad, me refiero.)

Empezaron por el tabaco. Erradicación. Como meta una España, o como vayamos a llamarla, sin humos.

Yo ahora sospecho que van a ir contra otros individuos que también ocasionamos muchos gastos a la Seguridad Social.

Se trata de los gordos. Los obesos. Los adiposos. Los de acumulación excesiva de grasa.

Los hay de dos clases: Los congénitos: Se llaman congénitos porque en el colegio, desde párvulos, ya se les decía siete ronchas, gordinflón. fatty, mantecas, barrigón, culo gordo... Y un largo etcétera. Según regiones
.
Están también los no congénitos: Estos son los que por su mala cabeza, por su falta de voluntad y su buen apetito, pasaron a engrosar y nunca mejor dicho, la lista de los gordos
.
Estoy segura que estamos ya en la mente de los políticos. Esos seres cuidadosos del bienestar social y que quieren sanear este país. O lo que sea.

Por lo pronto no decoramos el ámbito social
.
Con esta moda, impuesta por las modelos de pasarela. de ser un esqueleto revestido, los gordos desentonamos mucho.

En los tiempos en que la gente tenía un peso normal... Los tiempos en que la gente no estaba obsesionada por pesar más o menos... A los gordos apenas se les notaba. No se les tenía en cuenta
.
Hoy en día, tienes que hacer lo posible y lo imposible para ser de la talla 36. Luchar a brazo partido y boca cerrada. Pastillas. Operación de estómago. Adiposucción. Machacarte en un gimnasio. No comer... Lo que sea. . A por la talla 36
.
Cómo se habrá puesto la cosa de conflictiva, que hasta hay tiendas en las que no te está permitido entrar si eres gordo.

Pasas preguntando por esa blusa que viste en el escaparate y, echando fuego por los ojos y de muy malos modos te contestan: Aquí solamente vendemos la talla 36 y la 38 y alguna cosa de la 40.
La cara de desprecio que te ponen, es como si le hubieras pedido una revista de pornografía infantil.
Si el gobierno no se ha decidido aún, a tomar medidas contra los gordos, será, creo yo, porque estarán dilucidando hasta que talla van a permitir .Me temo que de la 42 no pasan.

Y ahora llena de dudas… Mis preguntas son: ¿Nos van a encerrar a los gordos? ¿Nos multan? ¿Nos van a permitir salir a la calle? ¿Qué va a pasar con los espectáculos? ¿Vamos a poder ir a los conciertos?

Puede ocurrir, si se deciden por la sanción económica, que tengamos que pagar por los kilos de peso que excedan de lo establecido por ley. Como en los aeropuertos al facturar el equipaje
.
¿Y el control? ¿Habrá inspectores que te aforen? ¿Con báscula o a ojo? ¿Nos darán un plus en la pensión si perdemos más de cinco kilos al mes?

Todas estas preguntas y muchas más se estará haciendo la Ministra de Bienestar Social antes de dar el tararí de:” Fuera gordos”

Y es que, todas estas medidas, como pasa con el tabaco, son muy conflictivas. Somos ya muchos a fumar y a engordar. No es ya fácil manejarnos.

Como última medida supongo que se nos permitirá ser gordos caseros. Metiditos en casa y sabiendo que ya no formamos parte de la España esbelta.

Y una última pregunta. ¿Habrá un trato especial para la obesidad mórbida? Al fin y al cabo esta clase de gordura es una enfermedad. Como la peste aviar, sin ir más lejos... Y yo me pregunto ¿Y para qué queremos ir más lejos?
La libertad tiene también sus teclas. Como un piano.

2 comentarios:

Nerim dijo...

Yo creo que el gobierno está comprando una isla donde iremos a parar todo aquel que supere la talla 42, yo me pregunto, tendremos derecho a visitas aunque sea una vez al mes?, es que extrañaré mucho a mis nietos.
Un fuerte abrazo
Nerim

mia dijo...

Demasiadas teclas Ysabel... que se está empezando a tocar en tantas escalas diferentes, que una ya no sabe por donde van los tiros absolutamente en nada...

Es harto complicado esto de la Sanidad (no digo de la Salud, que eso de verdad se escapa), es prioritario cada vez una cosa diferente, cuando crees que ya estás empezando a conseguir objetivos, van y priorizan lo contrario de lo que andas haciendo, y claro, de nuevo te quedas a la cola de lo pedido...

Y si, ser gordo empieza (bueno... lleva ya tiempo) a ser sospechoso...

Hay una cosa que me hace gracia, antes, (mucho antes, y aún según en que niveles aún impera la idea), el niño gordito implicaba estatus... recuerdo oír en el trabajo más de una vez...

- Oye que gordo y que hermoso... ¡¡Si parece rico!!, un Obispo es lo que parece, pero que bonico...

Hoy, hay que ser casi pobre de solemnidad para ser gordo, o eso, o como bien dice ser congénito, o vago, o pobre de espíritu, o, por ue no reconocerlo, convencido.