miércoles, 6 de febrero de 2008

LOS VIEJOS

En estos tiempos si que ganamos por goleada. Hasta de nombre nos han cambiado. Ahora nos llaman cariñosamente "Nuestros mayores". Con "nuestros" y todo.

Mientras nos dejen la opción de votar en las diferentes ocasiones, municipales - nacionales - europeas) nos van a seguir teniendo en cuenta, nos van a seguir queriendo, protegiendo, mimando y todo lo que haga falta.

Porque somos ya muchísimos. Ahora nos ha dado por vivir más años. Estamos teniendo mucho cuidado en no morirnos como antes, tan pronto, que a los ochenta no llegaba nadie .Bueno si. Don Zacarías que se murió a los ochenta y cuatro y salió en los periódicos como rareza.

¿Y la manera de vivir? Es que ni se parece.

Voy a referirme al mundo de las mujeres, que por ser yo misma, conozco mejor. Obviamente

A los cuarenta, pizcas- pajas (esto quiere decir aproximadamente) las mujeres se vestían de negro. Sin tener un deudo recientemente muerto .Las más locas, de azul marino, de gris marengo o un pequeño moteado en blanco. Chiquitín. Discreto zapato plano, negro, tacón bajo o medio. (Máximo cinco cms.) Nada de maquillaje y muchísimo cuidado en mantener una postura bien seria. y sobre todo dignísima.

Necesariamente tengo que decir que de ninguna forma hago burla de estas costumbres. Merecen mi mayor respeto. Solamente lo hago constar para diferenciarlas de las de estos tiempos

.Al fin y al cabo esto es un " estudio" comparativo.

Ahora usamos el mismo maquillaje que nuestras nietas, aunque nunca nos queda igual, sin saber porqué. .Llevamos pantalones, chándal, zapatillas de deporte

…,.

En nuestro vestuario hay blusas rosa pálido, vestidos estampados con grandes flores rojas

.Salimos, entramos, viajamos .Solas. En grupo. Con nuevas amigas conocidas en un viaje

..Los cines de entre semana parecen hechos para nosotras. Señoras mayores, para jubiladas, viudas y solteras sin posibilidad ya de encontrar ya algo servible.

Las salidas que una mujer podía hacer antes sola eran, las de pésame o a la novena. A la misa del domingo el ir sola estaba " mal visto"

Id a una cafetería... Llena de señoras solas, arregladas, compuestas y chismorreando de todo lo que se mueve..Y se mueven tantas cosas. ¡ Hay tanto de lo que chismorrearª. ( Chismorrear no es un verbo despectivo ) Y vienen aquellas conversaciones de:

¿Sabes quien se murió ayer? Margarita

-¡No me digas! Si la vi el domingo en el concierto

-Pues si. Se murió

-¿Cuántos años tenía?

- No era vieja. De mi edad. Iba a cumplir 87 en Julio. Dos meses más

- que yo

- .

En una palabra. Nos morimos con las botas puestas. (Metafóricamente hablando)

Hay detallitos que aún no hemos conseguido igualar con la juventud. (Porque los achaques gracias a Dios son invisibles)

Si por la calle ves a dos amigas tuyas, abuela y nieta…Fíjate bien, mismos pantalones, mismas zapatillas, mismo tipo de chaquetón… Pero mírale por detrás la coronilla…

Las abuelas tenemos que cardarnos bien esa parte de la cabeza, poniendo cada pelo en su sitio, pero al rato de salir, los pelos se chafan y dejan al descubierto ese fondo rosado, ese cartón que podría ser bonito si lo mirásemos con más cariño

.

Este mismo problema tienen los abuelitos. Pero en mayor medida Ellos empiezan por las entradas y acaban en las salidas

Una calva venerable .Una calva contra la que han estado luchando años y años, hasta que se dieron por vencidos. Esta calva es un adelanto en vida de lo que va a ser su calavera. Para que no les coja de sorpresa.

Pero los hombres no es sólo la calvicie. Tiran la toalla más pronto,

. En las mismas circunstancias, con los mismos achaques, una mujer tarda entre ocho o diez años más en coger un bastón.

Con las lógicas diferencias que caracterizan a los humanos, a las mujeres se las ve, en general, más eufóricas, más liberadas, más felices, con más ganas de vivir

..

Los hombres se aburren. Se encuentran estafados con estos cambios en las costumbres

. Quisieran que estos tiempos liberales les hubieran cogido con cincuenta años menos, y ellos, infelices, se conforman diciendo “: A mí no se me hubiera escapado ninguna” (¿?)

Nosotras, las mujeres, aún hemos llegado a tiempo. A vosotros os cogió con el paso cambiado.

¡Qué le vamos hacer! La vida hay que tomarla tal como viene. Y no hay libro de reclamaciones, como en la RENFE.

3 comentarios:

benito_reyes_vega dijo...

Buen día Ysabel. Me gustó tu sociológico análisis. Acertado me parece aquello que afirmas de los hombres con la edad.

Pienso, yo, que por filosofía, no sé... Los roles exagerados tienen estas cosas.

Bueno... Saludos

La Chachi dijo...

No hay libro de quejas, pero si de cobros...la vida siempre te pasara factura.

Hola Ysabel!

Inma dijo...

Hoy te pido un favor: Pásate por mi casa y pincha el enlace que os dejo.
Muchas gracias.
Besosssssssssssssss