sábado, 26 de diciembre de 2009

¡SON COMO NIÑOS!


Dicen, los que sabe de esto, que todas las personas, por muchos años que tengamos, conservamos en nuestro carácter, en nuestra manera de ser y de actuar, un algo de la infancia. Guardamos, ahí ocultas, actitudes infantiles que surgen cuando menos lo esperamos.
Hasta el más serio de los hombres, el más campanudo, el más circunspecto, llegado el momento, es capaz de actuar como un niño.
La diferencia está en que el adulto sabe disimular. Tiene tablas. Pero la mayoría de las veces, se nos ve el plumero.
Y es entonces cuando vemos el enfurruñamiento del autor de la novela que no fue premiada. O a ese actor que no triunfó en esa obra, donde puso tanta ilusión. O a ese político que las urnas le dijeron que nones. Se enfurruñan todos.
Quizá sea necesario, que los adultos estemos obligados, por los años que hemos juntado y la experiencia que se supone que tenemos, saber admitir, con el mismo talante, el éxito y el fracaso. Pero esto, dicho así, queda muy bonito, pero a mí me va mucho mejor cuando algo me va bien, me sale redondo, mucho más que cuando se me tuerce el carro. ¡Y mira que ya tengo años para haber aprendido! Y que ya sabemos, más o menos, que la vida te va dando una de cal y otra de arena. (Sentenciosa que está una.)
Los enfados del fracaso. Las rencillas entre competidores. El empecinamiento en querer defender lo indefendible. La maledicencia contra los triunfadores. El cerrar los ojos, el no querer ver el triunfo del enemigo. El ser incapaz de rectificar. Todos estos son comportamientos infantiles,
.Y lo estamos viendo en estos días
A esto de la rectificación lo llamábamos antes el bajarse de la burra. La "burra" habrá que traducirla en estos tiempos que estamos viviendo, en una opinión o una actitud machaconamente necia.
Y luego vienen las zancadillas. Que, en el patio de mi colegio lo hacíamos como debe hacerse. Se metía un pie entre las piernas de la que corría más que nosotras, para que se diera de bruces, que quiere decir boca abajo. Pero nosotras nunca decíamos bruces. Lo que intentábamos es que se diera de morros. (Que no hay necesidad de explicar en qué consiste el darse en los morros).
Las zancadillas de los adultos son otra cosa.
Quitando en el fútbol, que ahí se hacen como siempre, en la vida real son de otra forma
.Son sibilinas, mal intencionadas, con cargas de profundidad. Y así vemos ese artículo difamatorio (que escribe el que quiere meterle el pie al otro), o, en el terreno político, esa encuesta o esos datos que sabe que le van a hacer pupa al adversario..
Que aprovecha los días en que la víctima es más vulnerable y que deja de hacerlo cuando ya no hace falta
En el mundo de las artistas, es suficiente con publicar esa foto, recién levantada y sin maquillar, de la "bellísima".Con eso tiene bastante.
Los autores de libros, los periodistas y todos los que se dedican a escribir... ¡Y fíjese Vd. por donde, ahora no se puede decir "Gente de la pluma", porque esto, ahora, puede llevarte a confusión. La pluma cambió de bando. Todos estos lo tienen más fácil.
Con impunidad casi absoluta, comentan un libro o un artículo de un "compañero" y le ponen a parir. Aunque pertenezca al sexo masculino y no puedan hacerlo. Hoy por hoy.
Es la zancadilla intelectual. Más sofisticada pero igual de perversa,
Pero no siempre los mayores actuamos en la faceta negativa de los niños. Que nos pongan en un ambiente festivo. Que nos toquen una buena música, a ser posible de nuestros tiempos, con luces y colores y una compañía bulliciosa y ahí nos tienes, a los que la gente en privado llama viejos, haciendo las payasadas que requiere la fiesta. Bailando la Conga, que te sirve para apoyarte en el de delante y que el de detrás te vaya sujetando, y... ¡ "P¨alante! Y, lo que más mérito tiene es que, a sabiendas de que mañana te van a doler todos los huesos, has sabido desposeerte de tu condición de persona respetable y has sacado a flote al niño que todos llevamos dentro.
Yo, hay días, como hoy, que no controlo el tema de mis artículos. Hoy quería hablar de política. Otro día será.

1 comentario:

mia dijo...

Ya será otro día efectivamente, que para eso siempre se está a tiempo... ja ja ja ja ja.

Besos guapetona, que ya vi que volvías a la carga aunque no te hubiera dicho hasta ahora nada :)