jueves, 30 de septiembre de 2010

CADA DÍA QUE PASA SOMOS MÁS TONTOS


Y no lo digo como experiencia personal. Que quede bien claro .Yo voy sufriendo, como todos los que tuvimos la prisa de nacer tan pronto, esos achaques comunes a los muchos años
.
Las rodillas, ¡ay las rodillas! Las arrugas. Ese cambiar la carne de sitio. Ese perder la cintura y encontrar la barriga. La falta de agilidad y fuerza y... el no acordarte de cómo se llama el protagonista de "Lo que el viento se llevó"

Los nombres se fueron de nuestra cabeza. Volaron
.
Ni sueñes con acordarte de un autor, del que conocías casi toda su obra, ni de un compositor, ni de un artista. Pasaron a ser seres anónimos que leímos, que escuchamos y que vimos en pantalla o en escena.

Pero esto no es ser más tontos. Esto es, que el sitio donde se guardan los recuerdos, que son los sesos, están ya hasta arriba de tantos nombres conocidos a lo largo de nuestra vida
.
Además de los nombres que ya se fueron de nuestra cabeza, están los que no entraron.
¿Cómo voy a nombrarlos si no supe aprenderlos?

Son todos esos raros nombres relacionados especialmente con el ordenador, con el móvil, con la tele...La mayoría con iniciales. Con siglas. Un montón de palabras que jamás habíamos oído en nuestra vida y que jamás usaremos por miedo a meter la pata
.
Pero esto, repito, no es ser más tontos cada día que pasa. Esto es que no pusimos la suficiente atención a estas cosas porque, realmente no nos interesaron mucho
.
Del móvil...Llamar y que nos llamen. Del ordenador, leer periódicos y escribir esas cartas sin sello que se llaman Emilios. Seguramente es el nombre del inventor de esta clase de correo. ¡Ve tú a saber, de donde viene el nombre!

De la televisión, lo primero que aprendimos fue que, lo más importante es tener el mando. Como en todas las cosas de la vida
..
¿Tenéis a bien preguntarme por qué entonces, somos más tontos cada día que pasa?

Porque ahora la gente, en general y visto lo visto, sabe más cosas pero es más torpe.

Porque... ¿Cómo es posible, si no fuese así, que se hagan anuncios como estos?
:
Crema "Vital Aza" con la que después de nueve días (Nueve días X 24 horas = 216 horas)... Después de 216 horas, incluidas las noches que también actúa, se eliminan el 68 % de las arruguitas alrededor de los ojos y un 37 % de las comisuras.(Las comisuras son las que hay alrededor del morro.)

Y la gente no se troncha de risa al oír esto. Y van a la perfumería con la convicción de que, a las 108 horas ya va a tener las comisuras ese tanto por ciento menos visibles
.
Y escuchan en la radio que, los primeros cincuenta que llamen a este número, haciendo el pedido, tendrán, además, el regalo de un magnífico reloj de pulsera. Y llevan un mes con el mismo mensaje. Y la gente no se carcajea al oír esta absurda publicidad. Y llaman para ver si consiguen el reloj. ¡Ay Señor, Señor!

Y le siguen la conversación y le dan datos a la señorita que se los pide y que te anuncia que te ha tocado un apartamento en Denia. Y en lugar de morirse de risa se mueren de gusto con su buena suerte
.
Y cuando anuncian la liberación de los radicales libres, nadie piensa en los presos de ETA, sino que, con esa fe ciega, que dicen que mueve montañas, se compran el producto con la sana intención de liberarse de algo que ni siquiera sabe lo que es.

Mucha gente cree que es divertidísimo, que crea un clima de euforia en la familia, cuando se come queso " La cabritilla"

Que los maridos colaboran encantados y con la mejor de sus sonrisas preparando una clase de sopa.

Que en diecinueve días, ni uno más, y tomando esas hierbas, te vas a quedar como Marilyn Monroe. Antes de morirse, claro.

Que cuando vayas con ese nuevo coche, se te va a poner el paisaje con un mar azul a tu derecha, con unos acantilados maravillosos, para entrar después en un bosque frondoso… Y vas y te lo crees. Y te olvidas que tú, el coche te lo has comprado para ir los domingos a Valdeganga
.
Infelices. Os creéis todo lo que os dicen. Como borreguetes entráis en la sociedad de consumo

A nosotros, a los mayores, nunca se atrevieron a timarnos tanto.

En nuestros tiempos, el toco-mocho y pare Vd. de contar.

No se atrevían a timarnos porque, quien más quien menos, tenía su gramática parda.
Esta clase de gramática que los jóvenes no tienen ni pajolera idea de lo que es. Y buena falta que les haría. ¡Vamos, digo yo!

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