¿Y LAS DOS BOMBILLAS?
Casi tendría que decir ¡mis dos bombillas! porque me las ofrecieron a mí. Desde el mismísimo Gobierno, desde la palabra dada por un Ministro, nada menos, nos ofrecieron a todas las familias españolas dos bombillas. Dos.
Y yo soy una familia española. Reducida, menguada por los años, pero sigo siendo una familia.
Viuda y con los hijos casados vivo sola, con mi caniche Betty, pero esto no me priva del derecho a considerarme una familia española.-
Otras cosas más raras se están viendo y llamando.
Pero vamos a las bombillas que es lo que me tiene ansiosa y preocupada.
Porque si me dicen que las están haciendo porque no había bastantes en el mercado… Vale. Yo me espero.
O si me dicen que no encuentran la manera de llevar a cabo esta idea luminosa (porque se refiere a la iluminación) también lo entiendo y dejo de preocuparme.
Desde el día que me enteré de esta oferta no dejo de darle vueltas al tema de las bombillas
Las personas mayores dormimos muy poco y no os podéis imaginar las noches que he pasado en vela dándole vuelta a las dichosas bombillas.
Primero tendremos que decir si las queremos de rosca grande o rosca chica. Y ahí se plantea el primer problema
¿Y como se van a enterar en el Ministerio de cuales son las que queremos?
Se puede hacer una encuesta del CIS, pero teniendo en cuenta que la gente miente mucho en sus respuestas cuando la entrevistan acerca de política o asuntos de interés nacional, puede ocurrir que las cifras que se obtengan no se correspondan con la realidad y al estar involucrado el Gobierno este sale mal parado, como ha ocurrido en numerosas ocasiones. Y esto no es bueno.
Las cifras tienen que ser siempre reales, porque si no es así la gente se lía mucho. Y esto tampoco es bueno.
Escribir a cada una de las familias preguntándole por el tamaño de rosca que prefieren… Eso va a encarecer muchísimo el proceso.
, Ellos no usan sellos, para eso son el Gobierno, pero usan papel y mucha gente enviando las cartas y esos tendrán que cobrar y en los tiempos que corren hay que mirar mucho el euro. (Antes decíamos hay que mirar la peseta, pero es la misma cosa)
Aunque bien mirado, todo esto forma parte de la ayuda social o dependencia y a esto no se le puede tocar. No se le puede mermar en sus derechos. Y hablamos del derecho a nuestras dos bombillas.
Está también (y todo esto lo he ido pensando en mis noches de insomnio) el que los carteros lleven en sus carritos amarillos, de las dos clases de rosca. Y pregunten al interesado:¿Vd. Que clase quiere?
Pero yo me pregunto:¿Y si no hay nadie en la casa y están en la cola de INEM? ¿Hay que volver otro día?
Habría que dejar un impreso para rellenar con el nombre del cabeza de familia, nº D,N,I, y otros datos y, lo más importante: Rosca grande y un cuadrito al lado para poner la cruz y debajo: Rosca pequeña, y otro cuadrito
La respuesta del beneficiario, sin sello, por supuesto, porque si no te sale cada bombilla por un ojo de la cara y los pensionistas no estamos, en estos tiempos, para jugar con los ojos de la cara.
Poner un tenderete en las esquinas de todos los municipios con las dos clases de bombilla, aunque daría trabajo temporal a un gran número de parados, tiene también el inconveniente de que se daría por persona, no por familia como está previsto..También inviable.
Y yo dale que te pego con el problema
Y me preguntaréis::¿Por qué esta obsesión?
Lo más seguro será que no me preguntéis, pero yo os lo digo
Desde que el Sr. Sebastián hizo el ofrecimiento del par de …(Ya no vuelvo a decir bombillas porque estoy repitiendo muchas veces la palabra bombilla) me entusiasmó la idea de contribuir a la mejora de la economía en España.
Íbamos a colaborar en que, en nuestro país, se equilibraran los gastos .Íbamos a ahorrar en electricidad, que está carísima, porque creo que nos la mandan del extranjero, no estoy segura. Eso he oído
Y por último íbamos a aprender que el derroche nos lleva al desastre y que se puede vivir bien, o incluso mejor con dos bombillas de bajo consumo
A los jóvenes quizá no os interese el tema porque aún no habéis aprendido las ventajas de la austeridad, del ahorro y de una economía racionalizada, pero no os quepa la menor duda en que lo aprenderéis-El Gobierno ya se va a ocupar de meternos en cintura y que aprendamos la lección
¿La aprenderemos??¿Escarmentaremos?
Yo como soy muy mayor ya me sabía la lección y por el mismo hecho de ser muy mayor, necesito las bombillas ¡ya!.
Yo no me puedo esperar dos años porque es posible que no me dé tiempo a ahorrar.
Ysabel Monteagudo
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