lunes, 1 de octubre de 2007

DOCE MILLONES. DOCE


Se me pusieron los pelos de punta .Como en la radio no repiten las cosas, se me escapó si se referían a euros o a pesetas. Que cambia mucho. Esa es la verdad. Muchísimo.

Porque fíjate en las tiendas de todo a cien. Piensa ahora en cien euros... ¡Vamos, que ni entras en la tienda...!

Pero en este caso concreto da lo mismo. La noticia se refiere a lo que gana David Beckham diariamente.

Se levanta por la mañana y antes de ir al baño ya le han caído en su cuenta corriente doce millones. ¿Veis como da lo mismo que sean euros o pesetas?

Diariamente quiere decir, y lo aclaro para los que estén con los ojos a cuadros, que es cada día.

Que no es un sueldo mensual que, para los que no lo sepan, es el sueldo de cada mes. Cada treinta días, con pequeñas variaciones. Que no es lo que cobra cada temporada que, ya puesta a aclarar, es desde que empiezan a jugar hasta cuando acaban. (¿?), La misma palabra lo dice: Temporada futbolística. O sea de fútbol. Ha quedado bien claro.

Los días que no juega, son seis a la semana. Y esos días también cobra. La verdad es que, si queremos ser justos, entrenar es lo mismo que jugar.

Ese día hacen muchas tonterías muy cansinas. El entrenador les grita a cada momento, que eso también cansa y están casi dos horas entrenando.

Por eso cobra doce millones, ese día también.

¿Que por qué he tenido que explicar tan exhaustivamente todo estos datos? Tiene una explicación. Hay que hacer un gran esfuerzo mental. Tienes que poner las neuronas a punto de ebullición para que puedas asimilar esta noticia en toda su dimensión
.
Hace daño al oído, al corazón, a las neuronas y a la comprensión.

¿En qué mundo vivimos? ¿Se puede ganar tanto dinero al día dando patadas a un balón? Pues es que sí. ¡Mire Vd. por donde!

Estas gentes, los de ceros y ceros y ceros en sus cuentas corrientes, es difícil que puedan ser felices .De ninguna manera.

Hay que aclarar, para que esto no parezca consuelo de tontos.

Se privan de un montón de satisfacciones que tenemos los humanos.

Somos los que compramos en los mercadillos y la alegría que te produce el decir; ¡Mira que bolso. Tres euros, ¡Y es de piel! ¡Pero mira la marca, "Periquitez fashion"!

Y sabes seguro que es una burda imitación. Pero prefieres ignorarlo y vivir el momento de triunfo. No digamos nada, si esa amiga tuya te dice que ella no encuentra nunca una ganga como esa.

Cuando llega la Navidad, las angulas de lata te saben igual, igual que las de Aguinaga, porque como las otras no las has probado nunca, no puedes comparar. Y estas con su ajito y su guindilla te saben a gloria. Y ya has comido angulas. En Navidad


Se privan estas gentes, tan ricas, tan archimillonarias del placer de las rebajas. Ese entrar a tropel el primer día, ese atasco de gente escarbando, literalmente escarbando en el mostrador de lo rebajado y... levantando como un trofeo, conseguido en dura liza, ese sujetador de tu talla y que, siendo de marca, te permite ahorrar ciento cincuenta…. Pesetas, en este caso

No disfrutan del placer de contar los días que faltan para tus quince días de vacaciones, con la emoción añadida de ignorar si tendrás suerte con el tiempo... ¡ Maldonado, que no llueva, por favor...!

Estos seres especiales no saben a cómo están los pepinos .No saben cual es la parte mejor de las chuletas de cordero al comprarlas.. Ignoran qué es lo que hay que ponerle a la magra de cerdo para que esté más tierna. No saben coser el bajo de una falda. No saben que en la peluquería tienes que guardar turno y que en muchas tiendas los dependientes no te hacen ni puñetero caso.
¿Veis como viven en un mundo de ignorancias?

Todo esto y más, en conjunto, los hace víctimas de un gran desconocimiento de lo que es la vida.

Es un vivir en otro planeta. Es no conocer el mundo. Es una ignorancia de tal calibre que, a veces, tienen que declarar que no han leído un libro en su vida. Como dijo Victoria Adams, la mujer de David. Y lo dijo sin pudor. Que ahí está lo malo.

Eso es vivir en el mundo, sin ser de este mundo. (Me suena a frase evangélica)

Todo esto es un navegar por la vida sin ilusión. Porque la ilusión es siempre intentar conseguir algo... Eso es la ilusión.

Pero hay otros mundos. Más reales aún que el nuestro. La otra estampa. El haz y el envés de una misma moneda.

Ese mundo atroz que no pienso nombrar y que todos conocemos.. Ese mundo de la miseria extrema que te duele en el corazón y que, si intentas comparar con este mundo de los “ archi- mucho euro” la cabeza te hace ¡BUM! Y te explota. Y el corazón pedazos...

Mientras todo esto no se arregle, aunque sea un poco, los privilegiados, los auténticos favorecidos por la fortuna somos nosotros. Los de la tienda de todo a cien. Los que sabemos lo que es esperar. Los que sabemos lo que es tener y no tener.

Resumiendo: Los que miramos el precio de los pepinos y esperamos a que bajen. Yo así lo veo desde mi posición de privilegiada de la vida.

4 comentarios:

Nerim dijo...

Pues quieres que te confiese algo?, a mi me gustaría por una vez no ser tan privilegiada y vivir esa otra vida donde no hay tiempo para leer libros y no podamos comprar en las rebajas.
Por una vez, quisiera levantarme y pensar que aunque no haga nada o simplemente haciendo lo mínimo ya he hecho "cash", pero solo una vez, no me vaya a mal acostumbrar
y luego no pueda volver a mi privilegiada vida,la única que conozco, mi realidad.
Un abrazo
Nerim

nara dijo...

...Y lo que sé disfruta en un "TODO A CIÉN",y además no necesitas ir con la cabeza tan estirada, cualquier dia se nos desnuca(la victoria),sabes que te digo.....ellos se lo pierden.

Un beso.

mia dijo...

Sigo encontrando una aberración esas cifras que se manejan, del informativo del otro día donde se hablaba de las ganancias de los futbolistas, me quedó tal mal sabor e boca, y tal indignación, que aún no se me ha pasado...

Pero claro, se ve que yo no sé distinguir hasta que punto son un bien social, y que por eso es justo que se les paguen esas cifras astronómicas, hacen un bien tan grande a la humanidad, que es lógico que se les tenga que compensar verdad???

Me dan nauseas lo reconozco... y si, aún cuando nadie diríamos que no a una vida regalada, yo me siento realmente afortunada, y más cada vez que consigue "Un extra", y más cuando lo disfruto... y más...

Al menos me tranquiliza tener plena conciencia de que realmente soy un ser afortunado, que no se me ocurre medirme con esa élite ficticia ni para bien ni para mal

MaryLou dijo...

Qué razón tienes, amiga!

Un abrazo