sábado, 17 de noviembre de 2007

PERSONAL

Os cuento .Cuando yo tenía esa edad en la que no eres ni chicha ni limoná. Esa edad en la que tú no te consideras una niña, pero que nadie te considera una mujer...Esa edad híbrida de la adolescencia en la que todo te da muchísima vergüenza...

En aquellos días de los trece - catorce años fui al cine con mi padre a ver Agustina de Aragón
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Tengo que aclarar. Mi padre, cuando era joven, había pasado unos años en Cuba y siempre nos contaba como se añora España (este país), cuando se está lejos. Y siempre decía que, a su vuelta, cuando vio de lejos tierra española, lloró de emoción. Con esto queda aclarado que era un patriota y un sentimental
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Volvamos al cine. Tiros, franceses, Pilarica, cañones...La cosa se iba poniendo caliente y ya, en esos momentos en que sale Agustina, melena al viento, antorcha en alto y gesto valeroso, mi padre se pone en pie y grita muy fuerte ¡Viva España!

Pensé que el cine se hundía sobre mí. Roja como un tomate, tenía tal vergüenza que me daba miedo que se encendieran las luces y nos vieran
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Hoy, padre, donde quiera que estés, te digo que me siento orgullosa de tu valentía.

¿Que por qué cuento hoy esto? Porque estuve viendo la retransmisión del desfile de las Fuerzas Armadas.

Lo hice como hacía mi madre cuando había algún acto en el que intervenían los Reyes. Dejar todo lo que estaba haciendo, poner la silla a cincuenta centímetros del televisor y ver el desfile "full time". Levantarme cuando dicen: Devolvemos la conexión etc
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Me encanta. No me lo pierdo nunca. Tengo una amiga que siempre me llama o yo la llamo a ella para decirnos: “Que hoy nos toca llorar”. Porque lloramos de emoción. Como ya no soy adolescente no me da pudor confesarlo. Me hincho a llorar
..
Y yo no soy llorona. Los desengaños, las traiciones y los palos que te da la vida yo los llevo estoicamente sin que se me note dolor alguno. Pero ¡Ay un desfile! Eso es otra cosa
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Y que no te dan respiro. La vista aérea. Esa alineación al centímetro, Esa levantada de brazo tan marcial. Tan sincronizada. Y cuando te vas serenando... ¡La Guardia Civil! uno de los cuerpos de mi preferencia y de muchísimos españoles. Y otra vez el moqueo
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Por favor os pido que no penséis en mi senilidad, porque cuando era muy joven me pasaba lo mismo.
Y cuando desfilan los legionarios... No moqueas, pero se me pone el corazón al ritmo de sus rapidísimos pasos
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Los regulares. Un ballet de color y armonía
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Las fuerzas aéreas, especialmente queridas por mí. Esos aviones en formación con la estela de los colores de la bandera ¡Que bonico!
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En fin, para qué seguir Que me gusta. Que me gusta mucho.
Hasta los tanques me emocionan. Un poquito menos, pero también
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Pero si es que no hay más que verlos. Desfila cada uno como si fuese el único en la formación. La cabeza erguida. El gesto firme. La dignidad a tope
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¿Y los que llevan una bandera?¿Por quién se cambiarían en esos momentos?. ¿Y su madre que los está viendo?

Yo si me reencarno quiero ser militar. Bueno, esto lo digo ahora porque aún me dura la efervescencia, pero la verdad es que tengo un montón de cosas para elegir
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Detrás de cada desfile hay muchísimas horas de trabajo, de dedicación, de esfuerzo. Desde muchos guantes lavados, muchas botas lustradas, muchos vehículos limpios hasta que parezcan recién salidos de fábrica, muchos...
¿Y los realizadores de la retransmisión? Son perfectos.
Y hablando de televisión:¿Qué hacen esos magníficos profesionales el resto de los días?
. ¿Cómo tienen valor a enfrentarse con esos personajillos de Gran Hermano y Hotel Glamour?

He metido la pata. Intentar comparar a estos elementos con los que desfilaron ayer, es ofender a cada uno de ellos.
Va por ti, padre. ¡Viva España!

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