Me he pasado toda la mañana poniendo el belén.

Creo que esta costumbre viene desde finales del siglo XVIII. Yo, desde que me acuerdo estoy poniéndolo en casa (Mucho después de cuando empezó la tradición (No creo necesario aclararlo.)

Montar el belén. Esta frase, con el tiempo ha cogido otro significado .A veces, en el Congreso montan un belén de padre y muy señor mío Pero a lo que vamos

.

Saco de la caja ,los primeros claro, San José, la Virgen y el Niño. El buey y la mula y ya, después, ese leñador con la gavilla al hombro, la que está sacando agua del pozo, el cagonet, la que lava arrodillada y que hay que poner al lado del río, bajo el puente,.El pastor con sus ovejillas blancas, el perro...

Son como de la familia. Forman ya parte, de lo que te ha rodeado durante años y años

.

Vuelves, un año más, a verlos a reconocerlos.

Hoy me encuentro con que a un pastor le falta un pié y media oreja. ¡Pero si estaba bien cuando el año pasado! lo guardé1

. En fin. Loa años no pasan en balde ni siquiera para los pastorcillos.

Y ahora viene el conflicto. No tengo valor para tirarlo. No lo voy a tirar. Ni siquiera lo voy a arrinconar. Me acuerdo cuando yo tuve un accidente y me falta media rótula de la rodilla derecha y...

Tenemos derecho, tanto el pastorcillo como yo a seguir en nuestro puesto.

A ninguno lo voy a retirar. Con las nuevas figuras que, algunas veces vas comprando para ampliar el belén, resulta que el pato es mayor que el cerdo. Bueno ¿Y qué?

Con el tiempo se me ha desproporcionado. Hay gallinas que sobresalen del tejado de una casa, Tengo pastores enanos. Burrillos más altos que los árboles... Tengo un trisque pedrisque de belén que, cualquier crítico con mala idea lo tacharía de absurdo.

Hay un campo de trigo en sazón y justamente al lado un nevazo de medio metro. Hay árboles que de ninguna manera se dan en esas latitudes. Que si miras con atención, los personajes que están a la puerta del palacio de Herodes no caben por las puertas. (Igual no quieren entrar) Que los camellos se ven demasiado pequeños si los comparas con San José.

..

En fin, que no sé porqué, me levanté esta mañana con el espíritu crítico y estuve analizando mi belén. ¿Os digo mi conclusión?: Me gusta. Me gusta mucho.

Me da ternura ver un pato gigante al lado, justo al lado, de un cerdillo sonrosado. Los veo a gusto uno al lado del otro. Llevan muchos años juntos.

No pienso adecuar el belén a la lógica. El va por libre. Mientras a mí me guste.. .’¡Tan contentos!

Fijaos hasta que punto quiero respetar su identidad, que hasta el papel de platilla que forma el río y que está ya mostosete de arrugarlo y estirarlo tantos años, lo he dejado.

¿Acaso no hay ríos en España, mostosetes también, con todas las cosas que vertemos en ellos? Pues ¡uno más 1

Creo que no es tiempo para mí de novedades y cambios,

Las tradiciones tiene el encanto de unirte a la cadena de los tiempos

.

Lo que si os puedo garantizar es que no voy a poner un helicóptero como quería mi nieto. Ni un luchador de esos llenos de armas hasta los ojos y que aún no se como se llaman..l

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Porque no tienen que estar en donde se vive el amor .No existían en Belén.

Pero han podido existir patos gigantes. Los burritos y los cerditos son milenarios. Esto no quiere decir que viven mil años, sino que existen desde la noche de los tiempos (Que nunca he sabido lo que es esto de la noche)

Por lo tanto, todo este elenco no desentona en mi belén. Pero un tanque no pega. Como no pega un futbolista del Real Madrid, un alguien que sólo dando patadas a un balón puede ganar tanto dinero, que podría comprar el palacio de Herodes y restaurar los cuartos de baño y las cocinas, que es lo que más se deteriora y se pasa de moda…Poner a Raúl en mi belén, no se lo puede creer nadie . Ni yo.Y buen trabajo me ha costado convencer a mi nieto que el Real Madrid no estaba en Belén

Me quedo con mis borreguetes, mis burrillos, con mi gallina que no se tiene derecha, que se vuelca y que la tengo siempre tumbada al lado de la vieja de la rueca

.Me quedo con mi pastorcillo cojo y que puede ser que tenga dificultades para oír, por la falta de su media oreja. De todas formas...¡ Para lo que hay que oír!...