viernes, 4 de enero de 2008

LOS FUMADORES DE FRANCIA.

Ahora le toca a los franceses las nuevas leyes para los empedernidos fumadores

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Cada actitud en la vida, cada hecho común y que con frecuencia se repita, cada situación viene con su nombre acompañado de su adjetivo .Siempre el mismo .Inseparables Que forman un dúo establecido

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Los fumadores son empedernidos.

Yo, avergonzada, tengo que decir que he sido empedernida. Muy empedernida.(Creo que no admite el” muy”) ¿Mejor empedernidísima? También queda feo. La palabra. Nunca el hecho de fumar.

En mi defensa, tengo que decir que yo no sabía que era empedernida. Si lo llego a saber... Hubiera seguido fumando. Yo solamente sabía que fumaba como un carretero. Era lo que se decía entonces.

Yo ya pagué mi culpa. El que una mujer fumara en público y más cuando era un cigarro tras otro... Estaba muy mal visto.

Pertenecíamos a esa clase de mujeres que no aceptábamos un montón de normas establecidas y que, bien miradas, eran tontunas como la copa de un pino. O sea grandes tontunas y estupideces.

El hecho de fumar las mujeres perdió virulencia, como todo lo que se hace masivo y frecuente.

Siempre han existido dos clases de fumadoras. Me estoy refiriendo en exclusiva, a las mujeres de mis tiempos de juventud, Que, evidentemente y dada mi edad, no son estos tiempos.

Estas eran: Las que fumaban solamente en las bodas o en alguna cena repipi, y las que fumábamos hasta en la cocina.

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Claramente diferenciadas a primera vista.

A las ocasionales, el humo siempre les irritaba los ojos. Aunque fuese muy poquito. Esa mirada a medio abrir los ojos... Esa expresión de " A mí esto no me está bueno"... Y sobre todo la forma de coger el cigarrillo. Delator cien por cien. Esos dedos rígidos, apelmazados... Ese meñique sin encontrar la posición correcta... Ese no saber quitar la ceniza a tiempo...Y con golpe excesivo.

Se notaba que era fumadora por snobismo. Que eso no es ser empedernida. Ni mucho menos

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Para entrar en las debidas formas, para ser experto en las caladas, tenías que haberte fumado, como mínimo, dos cartones de Ducados. Yo siempre fumé tabaco negro.

¡Ay Señor! Acabo de nombrar la bicha.

¿Es delito hacer alusión a una marca de tabaco? ¿He hecho publicidad subliminal? ¿Estoy incitando a la juventud a hacerse empedernida? ¿Estoy ya fuera de la ley?

Porque esto se está poniendo negro. Muy negro.

Yo he tenido la gran suerte de que no me coja el toro de la nueva ley "tabacal"

.Yo, por prescripción facultativa, que es cuando el médico te lo aconseja, dejé de fumar. Hace ahora, exactamente 14 años y 3 meses. Que no. Que no es el chiste fácil. Lo relaciono con el nacimiento de Cecilia. Mi nieta. Mismas fechas.

La prescripción no fue suficiente. Lo que me hizo dejarlo, fue esa pertinaz tos mañanera y ese faltarme el aire, faltarme fuelle al andar muy deprisa o subir escaleras.

Y hoy, desde mi posición de exempedernida contemplo cómo está el patio de los fumadores.

Lastimoso. A los gobiernos, a los señores que, celosamente cuidan de nuestra salud, se les ha ido el tema de las manos. Se están pasando tres pueblos. Y dos aldeas. Y una casilla de peón caminero.

A los fumadores, a los que yo de ninguna manera veo como delincuentes, criminales, terroristas... Ni siquiera transgresores. Yo los veo como gente a la que le gusta fumar. Sin más. A estos se lo están poniendo muy difícil.

A las horas del "mono de fumar" ya sufrido en su trabajo e incluso en sus lugares de ocio, hay que añadirles las miradas de desprecio de todos los desempedernidos de toda la vida. (Como los demócratas de toda la vida).

Los miran como si fuesen asesinos en potencia.

Vamos tan a la deriva, tan cuesta abajo en las medidas que se están tomando en contra de los fumadores, que no me extrañaría que se hiciese una sociedad de delatores. Gente mirando con disimulo en el bolso de las señoras o en el bolsillo de los hombres, con el fin de detectar un paquete de cigarrillos e ir con el soplo al director del Centro Tutelar Antitabaco. La C.T.A.

Si no les gustan estas siglas, pueden poner otras, teniendo cuidado, claro está, de no repetir las que ya existen K.G.B. por ejemplo. Esa ya existe.

Teniendo en cuenta que yo ya no soy fumadora, tiene mérito que defienda a los que, después de comer enciendan su cigarrillo que les sabe a gloria.

Solamente yo conservaría una norma, es aquello de: ¿Le importa que fume? Y respetar la respuesta.

3 comentarios:

Nerim dijo...

Excelente post Ysabel y tienes toda la razón del mundo.
Yo dejé de ser fumadora hace ahora 4 años, siempre fumé rubio y con filtro y no pasaba de 1 cajetilla diaria, pero a mi no me molesta que la gente fume y opino como tu que las leyes se están pasando de la raya en eso de las prohibiciones de todas clases, al final van a optar por prohibir el prohibir y un vuelta a empezar. Al menos si prohibieran las cosas preguntando a la gente ¿quiere que se prohiba el.....? y respetar la respuesta, ya ganaríamos mucho no te parece?.

Un fuerte abrazo de ex-fumadora

Anónimo dijo...

Hola Señora, cómo está?

Espero que bien, yo la saludo desde Guatemala, Latinoamerica.

Leí su post y estuvo entretenido. Me dió risa lo de las fiestas "repipis". No sé qué es, pero me lo imagino.

Supongo que usted tiene una bonita familia, pero bueno, yo le quería preguntar en qué fechas fue que usted empezó a fumar?... Me interesó eso porque dice que entonces era mal visto. Y bueno, no creo que usted esté insitando a fumar, más lo hacen las peliculas y esas sí tienen mensajes subliminales, y la publicidad. Y qué bueno que dejó de fumar, yo lo he dejado por temporadas, y también por eso de esa tos, pero la mía era nocturna.

Bueno, un saludo y que esté bien.

Hasta luego.

Anónimo dijo...

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