EL ORDENADOR Y LA IMPRESORA.

Primer artículo que escribí, publicado en La Tribuna de Albacete, el día de Reyes del 2003 y que a partir de entonces, el escribir tontunas, llena mis horas de jubilación
I
De repente y sin esperarlo, me regalaron un ordenador y una impresora. Los miro con respeto y...¡ para qué vamos a engañarnos! con un cierto temor, porque me han dicho que son unos chismes muy listos. Sobre todo el ordenador.

Como llevo ya un tiempo en el que, a todos los sitios que voy, están trabajando con un ordenador y que detrás de cada uno de ellos hay alguien tecleando rapidísimamente y con cara de " esto lo domino". pienso que yo no voy a ser menos. Incluso pienso que esto es el leer y escribir de estos tiempos

Y te llenas de amor propio, de valor, de dignidad y de todos estos atributos y como el que se tira al agua. te dices: "Allá voy".

Y necesitas un libro de instrucciones, por supuesto y voy y lo compro. Y ya, el dependiente empieza a ponerse un poco tonto con palabras de:”Si tiene 480 o 520 mega no sé qué y que si los biterianos cósmicos ó... palabrejas que… ¿ cómo me voy a acordar si sigo sin entenderlas?.

Primera humillación: Tengo que decir:”No sigas, por favor. No entiendo nada de lo que me estás diciendo”. Y él condescendiente:”No importa. Ya le doy uno que lo entienda”. Y me lo da. Y le echo una mirada al libro y pienso: “Esto está en chino. No tengo idea de lo que dice”
. Y tengo que bajar un grado más en mi ignorancia y decirle:” Más fácil, por favor. Yo sólo sé que el ratón no es un animal. Nada más”. Ayúdeme. Y se vuelve humano, me sonríe y me saca uno con dibujitos, con flechitas, azul pálido y me digo:” Con este puedo.” Y me voy contenta de haber dado el primer paso a mi integración al mundo del progreso.
Pero al llegar a casa y abrirlo...¡Dios mío, qué palo! En la parte posterior del libro un letrerito que dice: "A partir de los seis años". ¿Será por estas y otras cosas que se dice que los viejos somos como niños? Ve tú a saber.

Pero si tengo los artilugios, el libro de instrucciones y las ganas de aprender ¿Qué me quedaba por hacer? Intentarlo.

Para darme ánimos, de vez en cuando pensaba: Por esto han pasado todos los de la cara de dominio. Nadie nace enseñado. Y cosas así. Pero era para contrarrestar los pensamientos machacones de "No vas a poder" "¿Para que te metes en líos?" Empieza una colcha de ganchillo"... Pero soy muy necia.

El ordenador será muy listo. No lo dudo. Me lo demuestra cada día. Pero borde… Al tres por dos te manda un mensaje en el que te dice, más o menos, que lo estás haciendo mal y que no has pinchado en el sitio adecuado. Y tú bajas la cabeza y pinchas "Aceptar" Es como si te regruñeran. Y buscas otro camino y te dice:"No se puede mostrar página" Pero ¿por qué? Que te diga por qué Y se queda ahí un rato con este mensaje en plan necio y cabezón. Y te ves negra para salir de allí.

¿Y cuando se pone todo negro y no encuentras la flechita pinchadora? ¿No os da la impresión que se ha enfadado y te echa a ti toda la culpa?

Y tiquismiquis como él solo, Que quieres entrar, por ejemplo, en La Tribuna de Albacete… Y te dice que no. ¡Pero si entraste ayer!... Pues hoy “NO”. y ¿Sabéis lo que era? Que en lugar de poner un punto pusiste una coma. ¿Esto no es de bordes? En todo momento tiene que dejar sentado que manda él. Y que tú tienes que "aceptar" todo lo que el diga, Así de claro.

¿Y el bicho? ¡No me digas que hacía falta esto para reírse tan descaradamente de ti!. Es un clip con ojos saltones que te está mirando con guasa. Que está ahí para ayudarte, pero que siempre tiene la mala sombra de ponerse encima de donde tienes que pinchar. Y te mira. Y hace gestos...y mueve esos ojos de sapo que tiene y... Un amigo, afortunadamente, me dio la solución. “Pínchale en un ojo y se va”. Placer de dioses. Le pinchas y coge la moto y se va. Pero se nota que se va con morro

. Esto es una lucha de poder a poder. Y ahora, al cabo de un tiempo, me he convencido que al ordenador no hay que estudiarlo. Hay que domarlo. Y yo estoy en ello.

La impresora tiene mejor carácter. Eso sí. Se pone en marcha cuando quiere. Le mandas imprimir y tienes que decirle un par de veces a viva voz: "Venga, imprime" .Y cuando ya piensas irte, aburrida de tanto esperar, pensando;”Hoy no quiere". Entonces ella empieza con su chacachaca y la verdad es que lo hace bien. La impresora no es borde. Con la impresora me llevo mejor que con el ordenador.