DERROCHANDO...¿GERUNDIO O PRESENTE?
Si dices derrochando es gerundio, si dices derrochado es un participio y si lo dices refiriéndote a la situación actual en España, es la reoca.
Igual la palabra reoca no existe, pero lo que si existe es que la situación económica se nos ha ido de las manos. Nos hemos pasado de rosca. de la raya y de castaño oscuro. Incluso nos hemos pasado tres pueblos
La economía y todas las cosas que de ella dependen son a base de números. Aquí no caben los eufemismos ni las palabras huecas. Aquí dos y dos son cuatro, con la ventaja añadida a su realidad que es el mismo resultado en Madagascar y en Nairobi e incluso en La Gineta.
Y aunque pongas el dos arriba o abajo sigue, cabezonamente, siendo cuatro.
Mira que esto es fácil. Yo lo sabía antes de cumplir seis años.
De aquí mi extrañeza de que, políticos preparadísimos que tienen que tener, la mayoría de ellos, el bachiller superior no sepan que si restas ingresos y aumentas gastos la bolsa se mengua y sI sigues en el empecinamiento llegas a verla más que vacía. Que puede darse.-
En buena lógica,” más que vacía “es un contrasentido pero en la realidad existe y se llama deuda gorda y que puede llegar a ser deuda gordísima-
De lo que tenemos que estar seguros, es de que de la deuda gordísima se tarda más en salir que de la gorda y con más esfuerzo y sufrimiento. Esto debería y tendría que saberlo los que manejan alegremente nuestros euros-
Los euros, antes llamados pesetas. nos costaron a todos un gran esfuerzo ganarlos. Día a día. Euro a euro y metiendo en un saquito, llamado banco. lo poco o mucho que te sobraba del ingreso restando el gasto
Y volvemos a la misma regla. Si cobras cinco y te gastas tres te quedan dos. Y esto es un dato positivo y dos al saquito.
Hasta el más ignorante, ese que solamente vio la fachada de la escuela sin entrar nunca en ella, sabe lo que es vaciar y llenar su saco.
Hoy, en España el saco está vacío. Más que vacío roto Y por ese agujero se ha ido todo lo que los españoles llenamos con nuestro esfuerzo y el hecho de que ahora, de nuevo con nuestro esfuerzo, tengamos que volverlo a llenar, nos parece, como menos, una injusticia fenomenal.
En un gobierno que se le llena la boca de solidaridad, no es posible, no debería estar admitido que haya sueldos de 30.000 euros junto a pensiones de escasos 400 euros.
La solidaridad nada tiene que ver con estas cifras escandalosas. No encaja dentro de la solidaridad el que un trabajador cotice más de media vida para recibir su modesta jubilación y los altos cargos políticos reciban, además de las muchas prebendas durante el ejercicio de su cargo. un sueldazo de tres pares de narices.
La verdad es que estas seis narices no sé de donde vienen y me temo que no tengan nada que ver con la economía. Pero dicho queda,
. La buena oratoria, si se le puede llamar así, está reñida con los hechos. A las cifras se las puede vestir con alegres colores pero no dejan de ser malas cifras .Los datos se pueden disfrazar de tal forma que no los reconozca ni la mamá que los trajo al mundo- Pero son cifras que siguen la regla de que dos y dos son cuatro.
Hay que apearse de la burra. Hay que reconocer que el derroche, como era previsible, nos ha llevado a esta situación y mientras no le pongamos tajo vamos a pasar, si no estamos ya, en el problema que ya sabéis cual es: El gordísimo.
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