DULCES CUENTOS DE MI NIÑEZ.
A los niños de ahora yo los veo matando con saña. Zas
, Zas. Se cargan a uno. Derriban aviones. Matan a esos seres pequeñitos y raros que creo que se llaman Pokemon. ¿Ö esos no son los Pokemon ?. Da igual. No importa. Lo que se ve es la saña en sus juegos.
Cuando yo era pequeña. años y años ha... los juegos eran otros. Menos juguetes y muchos cuentos. La mayoría de príncipes y princesas, bellísimos todos y con trajes que se veía a la legua que eran príncipes, porque ahora, si no llevan pié de foto no sabes que los son.
Esa madrastra de Cenicienta llena de envidia y mala sombra. Todo porque Cenicienta tenía la talla 36 y sus hijas una la 48 y la mayor la 54 XL..
Y cuando el príncipe las invita al baile… a Cenicienta la deja en casa, fregando suelos. Sin mocho. De rodillas. Y fregando el suelo después de cenar. Y ya venía el hada con su varita y ¡ hala !, vestido , carroza y unos zapatitos de cristal nada prácticos para un baile, porque al primer pisotón se destrozan.
Pero una condición: A las doce en punto en casa.. (Si fuese ahora, con ese horario pocos zapatitos iba a necesitar el hada) A las doce. Cuando empezaba a animarse el baile. "A las doce, y no se hable más”. Y esto era el hada buena
.
Aunque los lacayos cobrasen el sueldo base, lo que veo un derroche es que fuesen casa por casa probando el zapatito .Más fácil un bando citando a las que calcen el 35 y que se abstengan las del 36 al 41. Un bando es muy útil .A los que hacen el bando se les llama bandoleón. (Creo que me estoy confundiendo)
¿Y este otro cuando aparece el hada borde en la cuna de la princesita recién nacida y la castiga a dormir hasta que la bese un príncipe? ¿Qué os parece? Y si no la besan... pues parecido a un coma profundo de por vida. ¿No es para denunciar al hada? Y de ventaja que la llamen "La bella durmiente”. No compensa.
Cómo se pondría la cosa para que Blancanieves se tuviese que ir de la casa... Y viviendo en un palacio, que si quieren ni se ven. Una en el ala norte y otra en el sur. Y ni verse. Que es distinto a cuando se vive en un adosado de 80 metros que la convivencia es más difícil. ¡Y se va a vivir con siete hombres desconocidos y solteros! Un poco locuela la nena. Mejor irse, por ejemplo, a una casa de acogida. No sé. Algo más digno.
A Pulgarcito lo echaron de su casa porque no tenían para comer. Viviendo en el bosque como vivían. podrían haber ido a buscar bayas. ¿Alguno de vosotros sabe lo que son las bayas? Yo cuando voy al bosque llevo tortilla de patatas, por si no encuentro bayas.
Pulgarcito en mi opinión, en vez de hacer esas tonterías para volver a casa, debió poner una denuncia en el Tribunal Tutelar de Menores, y al padre se le cae el pelo.
Caperucita muy lista no era. Eso seguro. Y la familia una irresponsable, porque mandar a una cría simplona que no sabe lo que es un lobo a cruzar el bosque sola...
La abuelita, si vivía sola en el bosque, sin luz eléctrica, sin alcantarillado, sin agua corriente en fin, sin un mínimo de comodidades. Debería estar al cuidado de su hija (la madre de Caperucita). Porque el mandarle un tarrito de miel y cuatro zarandajas, es sólo para cumplir. Para quedar bien.
Y encima la abuela está postrada. Postrada quiere decir que está de reuma hasta los ojos. Lo que se dice siempre. Que no se puede valer ¡Y le mandan un tarrito de miel! ¡ Qué morro !.
La nena, que hemos dicho que es tonta perdida, que si los ojos... que si las orejas... Por mucho vello que tuviese la abuela en el bigote... Confundirla con un lobo... Y luego pasa lo que pasa. No se puede ir por la vida con tanta ignorancia.
Qué bueno era cuando leíamos a Hansel y Gretel encerrados en su casita de chocolate engordándolos para comérselos. ¡Qué tierno !
Y si me pongo a hablar del rey que tenía tres hijas y las metió en tres botijas... Oye, ni al marqués de Sade se le habría ocurrido.
Y después que nos leyeran estos cuentos o de haberlos leído nosotros, nos decían: " Y ahora a dormir y soñar con los angelitos " Difícil ¿no?
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2 comentarios:
Si Isabel, muy dificil dormirse y soñar con los angelitos,después de haber escuchado semejantes cuentos.
El miedo que nos metían en el cuerpo como única arma para manipularnos y que obedecieramos como borreguitos.
Te perdí la pista, pero he vuelto a encontrarte y no sabes la alegría que me he llevado.
Un beso
¡Por fin! me queda mucho por practicar, pero todo es empezar y ya te tengo controlada
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