LOS HUESOS INNECESARIOS

Yo ayer estaba enfadada. Me duele el desbarajuste, la injusticia, la tomadura de pelo que nos están haciendo a todos los que, cándidamente vamos con nuestra papeleta a votar.
Pero yo me salgo del berrinche y como ayer prometí, voy a escribir de otro dolor, que me atañe más de cerca y que del que es más difícil salir.

Yo sé que habrá mucha gente que no va a estar de acuerdo conmigo, pero para eso está la democracia, para que haya diversidad de opiniones y que cada uno pueda expresar las suyas y santas pascuas.
Creo que hay cosas en el cuerpo humano que no se necesitan. Pienso que muchas. Podríamos ser cuerpos más simples, aunque, bien mirado, yo conozco muchas personas muy simples y tampoco las veo bien terminadas.

Uno de los huesos más inútiles, el que creo que va a la cabeza de todos, es la cadera
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La cadera está ahí nada más que para crear incordios. Es el hueso que más dinero da a los fabricantes de andadores de aluminio. Que por cierto son horribles. Podrían llevar unas falditas que taparan todo el estaribel, que no se notara que son andadores. Con telas bonitas. A la moda. Con colores alegres para el verano, y telas oscuras para el invierno. Incluso impermeables. No es mi cometido, que lo piensen los fabricantes.

La cadera nació ya con vocación de prótesis. ¿Por qué no se hizo ya protesicada al nacer?

Yo aún no me he roto la cadera. Tengo, eso sí, un tobillo y la rodilla derecha rotos.¡Ah y el dedo gordo del pie izquierdo! Compuestos ya, claro .Puede ser que el cupo de roturas por persona y vida sea de dos huesos. Si es así, yo ya he hecho mis deberes. Con añadido
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Claro que sé que esto es así para todo el mundo y así hay que tomarlo, pero no está de más que todos esos científicos de la clonación, del Vitro, de la probeta y de los nuevos métodos de hacer criaturas, tengan en cuenta hacer la cadera, en principio, con la de repuesto.
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Los huesos de la cabeza no se pueden suprimir de ninguna manera puesto que son como el estuche de guardar los sesos del pensamiento. Lo que si podría hacerse es cabezas de distintos tamaños, porque se ven cabezas-estuche muy grandes para tan poco contenido.

Bien pensado, mejor todas iguales porque siempre habría gente con mucha vergüenza de salir a la calle con la cabeza muy chica, aunque dijeran que habían estado en el país de los Jíbaros (Que conste que yo me quedo al margen de estas cuestiones y no me incluyo en ningún apartado)

Los huesos de la rodilla innecesarios por completo, ¿Que tienen su función para andar? Bueno ¿Y qué? Andaríamos de otra forma y al ser todos iguales ni lo notaríamos. Y un dolor más que quitamos al cupo de dolores fijos. ¿Acaso no andan las modelos de otra forma sin usar las rodillas? Pues nada. Y cobran un pastón.

Me diréis que los huesos cumplen una función primordial. Anuncian el cambio del tiempo. Si. De acuerdo. Pero cuando ya hay satélites mandando mensajes al Maldonado de turno, para que nos avise que tenemos una isobara encima de Albacete... ¿Qué necesidad hay que los huesos se pongan echando chispas cada vez que va a llover? Ninguna, Sencillamente fastidiar.

La muñeca lo que se dice imprescindible no es. Prueba de ello, que cuando te la escayolan se puede hacer todo con la mano rígida .Quizá, lo que no se pueda hacer es decir adiós en las estaciones al despedir a familiares o amigos, pero lo puedes hacer de viva voz. La voz no duele.

Los que si duelen son los dientes y las muelas que son, como los huesos pero de mejor calidad
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Como son de lo mejorcito que hay en el cuerpo ( más que las tripas, claro) hay que estar siempre sacándoles brillo y ¡ ay de ti si no les haces caso!. Su venganza es terrible.
La verdad es que quedan bonitos y adornan mucho la boca, pero también los hay de imitación, comprados, que no duelen más que en el momento de pagarlos
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¿Que por qué me traigo hoy este trajín con los huesos? Pues porque ha cambiado el tiempo con brusquedad. Hemos pasado de unos días veraniegos a unas lluvias amenazantes y que luego se quedan en agua de borrajas. (Y nunca mejor dicho) Sin transición.
A los huesos les ha cogido desprevenidos y se han puesto a chillar de una forma, en la que estoy envidiando a las aceitunas rellenas. Sin huesos.